La Luna y su magia

Desde el año pasado he podido vivir en experiencia la magia de la luna, la magia que entra a nuestra vida cuando nos alineamos con Ella y sus fases. Pero para poder conectar con su magia primero hay que conocerla.

La Luna es el único satélite natural de la Tierra. Tiene 4.5 billones de años de edad y no produce luz propia sino que refleja la luz del Sol.

Un ciclo lunar dura más o menos 29.5 días y va de luna nueva a luna oscura o balsámica, pasando por su fase creciente, su fase de luna llena y su fase mengüante. Las fases o rostros de la Luna tienen que ver con su posición entre la Tierra y el Sol y cada fase dura más o menos 3.5 días.

Cuando la Luna está exactamente entre el Sol y la Tierra, su fase es la de la Luna Oscura o Balsámica, es decir, la Luna que no vemos en el cielo, esto es porque el Sol está totalmente detrás de ella, iluminándole el rostro que no podemos ver. Pero los movimientos de rotación y traslación de la Tierra hacen que la posición de estos 3 objetos celestes cambien y de esa manera podemos ver las diferentes partes de la Luna iluminadas que conocemos como sus fases.

Todos en el mundo experimentamos la misma fase de la Luna cada noche pero dependiendo de los hemisferios se ve diferente:

  • En Hemisferio norte la Luna crece, es decir que se va iluminando, del lado derecho y mengüa por el izquierdo.

  • En el Hemisferio Sur es al revés: La Luna crece por la izquierda y mengüa por la derecha.

La Luna es la responsable de las 4 estaciones pues por su fuerza de gravedad mantiene el axis de la Tierra en su posición, de esta manera la distancia del Sol es diferente en los polos y por eso experimentamos las estaciones. Además la Luna, como seguramente saben, también por su fuerza de gravedad es la responsable de las mareas, de los mares y océanos y no solo los del planeta sino que también mueve nuestras aguas internas! Esto quiere decir que nuestro ciclo menstrual, como mujeres, y nuestras emociones como seres humanos, están irremediablemente conectados con la Luna lo sepamos o no.

No importa nuestra edad, nuestra raza, religión, creencias, riqueza y circunstancias de vida, a todos nos impactan las mismas energías de la Luna y por eso todos podemos trabajar con ella.

Con esta poquita información que les acabo de dar, ya podemos decir que conectar y trabajar con la Luna es verdaderamente mágico y esto apenas es el prinicipio!!

Y es que trabajar con el otro lunar puede transformar radicalmente nuestra vida porque nos ayuda a ser conscientes de nuestro mundo interior, a autocuidarnos, a nutrirnos, a empoderarnos, a manifestar nuestros sueños, a tener dirección, vivir con propósito y mucho más.

La Luna es un recordatorio constante de que todo es cíclico, de que nada es estático, de que todo tiene su ritmo y su tiempo. La Luna nos enseña a abrazarlo todo, la luz y la oscuridad, lo cómodo y lo incómodo, la alegría y la tristeza, los días de energía y los días de descanso…. La Luna nos enseña  que hay un tiempo para “ser” y otro para “hacer” y que si no nos damos momentos de pausa para solo “ser” (como en la Luna Oscura y Luna Nueva),  entonces no podremos tener la energía cuando llegue nuestro tiempo de brillar como la Luna llena.

Todo tiene su tiempo…

La Luna no brilla los 365 días del año …

…así que cuando aceptamos la invitación a reconectar con ella y con sus fases, estamos aceptando la invitación a reconectar con nuestros propios rostros y ciclos. 

Todos sabemos que salirnos de ritmo es lo que nos lleva a sentirnos sobrecargados, estresados, desbordados y agotados así que trabajar con cada una de las fases de la Luna de manera consciente nos ayudará a vivir más alineadas con nosotros mismos y con la Esencia.


Ahora hablemos un poquito de sus fases.

En un ciclo, la Luna pasa por 5 fases principales: Luna nueva, luna creciente, luna llena, luna mengüuante y luna oscura o balsámica, sin embargo sus fase creciente y mengüante pueden dividirse aún más: en cuarto creciente (cuando la luna está iluminada por la mitad) y gibosa creciente (cuando está iluminada 3/4 antes de llegar a su fase de luna llena) y lo mismo sucede a la inversa, con la luna gibosa mengüante y cuarto mengüante.

En resumen:

  • En la Luna Oscura pausamos, reconectamos con la Esencia y sembramos intenciones/sueños.

  • En la Luna nueva nutrimos esas intenciones con acciones conscientes.

  • En la Luna Creciente manifestamos y actuamos con dirección.

  • En la Luna Llena celebramos y evaluamos.

  • En la Luna menguante soltamos, liberamos y sanamos.

 
 

El trabajo con la Luna puede ser algo sumamente profundo y detallado cuando alineamos cada fase lunar con los signos del zodiaco pues cada signo zodiacal tiene cierta energía pero la verdad es que no he llegado tan lejos y no sé mucho sobre este tema así que no voy a compartirles nada de él pues sigo honrando mi promesa de compartirles todo desde mi experiencia personal y no solo desde el conocimiento intelectual, lo que puedo decirles les que estoy estudiando e integrando poco a poco esto a mi vida así que les iré compartiendo lo que vaya aprendiendo.

Lo que sí puedo decirles es que trabajar con las fases lunares es algo hermoso, poderoso y transformador.

La Luna nos enseña tantas cosas….nos enseña a volver a nuestro interior, a pasar tiempo con nosotros mismos, a construir la vida que deseamos, a soltar lo que nos pesa y no nos deja avanzar, a manifestar lo que quiere manifestarse a través de nosotros y a soltar los caprichos del ego. Nos enseña a levantar la mirada y a reconectar con el Universo entero, con la majestuosidad del cosmos que nos rodea, a aceptar los ciclos y abrazar la totalidad de la Existencia.

La Luna es una hermosa y poderosa compañera y guía para vivir desde la Esencia :)


 
 
 
Wendy BoschComment