Mi encuentro con la Diosa

Siempre escuché hablar de la Diosa, no, no es cierto, durante toda mi niñez y la mayoría de mis años adolescentes solo escuchaba hablar de Dios, de ese Ser eterno e infinito que mi corazón buscaba con toda su fuerza y que encontré (pero esa es otra historia que pronto les contaré). Pero a la Diosa la empecé a conocer realmente en 2017 y ahora que lo pienso es una hermosa causalidad - o más bien una perfecta diosidad - porque la empecé a sentir justamente cuando me enfrenté a la diagnosis de mi hija y a una diferente y difícil maternidad.

Mi mente ya sabía de la existencia de “las diosas” pues en tantos años de estudio de todas las religiones y filosofías para encontrar a Dios me había topado con varias de ellas, sobre todo de la religión Hindú. Además ¿quién no ha escuchado hablar de las diosas romanas o griegas como Afrodita, Atenea, Venus o Circe? Pero la verdad es que nunca me llamó la atención profundizar en ellas.

Pero en 2017 todo eso cambió.

A través de un ejercicio para elegir las palabras que me acompañarían a lo largo del año, en meditación recibí estas dos: Divino Femenino.

Mi mente no sabía mucho al respecto pero mi corazón saltó de alegría pues mi alma las reconocía, así que empecé la aventura de conocer realmente a la Diosa para poder vivir ese Divino Femenino que me había sido susurrado. Empecé a leer al respecto, a leer sobre la historia de la Diosa, sobre diferentes tradiciones, sobre como la humanidad en el principio de los tiempos era una sociedad matriarcal y sobre como la Diosa, el aspecto femenino del Universo, era la que antes regía todo. Si quieren saber más sobre esto les dejo un episodio de mi podcast donde compartí sobre este tema, además es uno de los episodios más escuchados!

 
 

Pero a pesar de todo lo que leía y que iba descubriendo - y recordando poco a poco a nivel celular - no podía SENTIR a la Diosa en su totalidad. Ya entendía lo que era el Divino Femenino, ya conocía varias diosas y sobre todo, me daba cuenta cómo cada día más mujeres estaban hablando y escribiendo sobre el tema. Supe que la Diosa estaba despertando en muchas de nosotras como si hubiera estado en un sueño de siglos, y es que así fue, el patriarcado quiso quemarla y enterrarla pero la Diosa solo se ocultó y en los últimos años ha empezado a despertar en muchas de nosotras que estamos respondiendo a su llamado. Y aunque comprendía todo intelectualmente todavía no hacía click.

Pero eso cambió en Noviembre de 2021. Sucedió de golpe, como un relámpago, con una sensación tan fuerte, tan profunda, que no puedo describirla con palabras. Sentí a la Diosa de una manera tan fuerte, tan radical, tan real, que hasta se me eriza la piel de tan solo recordarlo. 

Sucedió en una sesión de numerología (la única que me he hecho en mi vida). En la sesión de 2 horas mi corazón se abría cada segundo, mi alma reconocía cada una de las palabras que la numeróloga me decía, pero al final me dijo: “Wendy, tienes que trabajar con la magia de Avalon. Eres una Sacerdotisa de esa tradición. Conecta con tus ancestros y te darás cuenta de que es así”.

No les puedo explicar lo que sentí!!! Cuando escuché la palabra Avalon todo mi ser dijo “SI!, es por ahí, ese es mi camino para encontrarme con la Diosa y reconocerla en mi”. 

Me recomendó unos libros que compré en ese momento (la serie de novelas de Avalon de Marion Zimmer Bradley) y desde literalmente las página 10 supe que había llegado por fin, que muchas de mis ancestras habían andado el mismo camino, y que esta es la tradición (la celta) a través de la cual puedo reconectar y vivir a la Diosa con mayor profundidad.

Además, y esto es extremadamente mágico para mi, empecé a leer sobre Avalon e hice mi primer meditación con la energía de la Diosa en esta tradición, el 11 de Noviembre - 11:11 - los números que se me han aparecido desde niña!!!! Yo sé que muchas personas han visto estos números repetidamente y también sé lo que significan, pero en mi caso particular siempre me pregunté si algo pasaría algún 11 de Noviembre en mi vida, si esta fecha de alguna manera sería importante para mi y oh sorpresa! ese día encontré a la Diosa y respondí a su llamado.

En las investigaciones que he hecho de mis ancestros efectivamente muchos de mis antepasados nacieron, crecieron y murieron en tierras británicas. De mi familia materna en Inglaterra, de mi familia paterna en Escocia. Cuando descubrí esto supe también por qué desde que puse un pie en esta isla me sentí en mi hogar, claro!, aquí está la energía de una línea importante en mi historia, una línea que estoy siguiendo para ver hasta dónde me lleva.

Así fue como encontré a la Diosa.

Ahora sé que Dios y Diosa son las primeras dos energías emanadas de la Esencia Divina a través de las cuales se manifiesta absolutamente todo en el Universo y también sé que todos los dioses y diosas de las diferentes tradiciones espirituales que existen son diferentes rostros divinos de estas energías, rostros que los seres humanos necesitamos para conectar más fácilmente con la energía que está detrás. Es como la electricidad y las bombillas (focos). Aunque haya diferentes tipos y formas de bombillas, la electricidad es la misma en todas. Cada rostro divino, masculino o femenino, es como una bombilla a través de la cual la energía Divina se canaliza y nos da su guía, su amor y su luz.

Cada quien elige su bombilla, el canal de expresión de la luz que le viene mejor, en mi caso en este momento es la tradición celta, específicamente la tradición de las sacerdotisas de Avalon, una tradición llena de magia, de naturaleza, de amor y de unidad.

 
Wendy BoschComment